La banca del futuro jugará un rol sustantivo con las alianzas tecnológicas que la acompañen en estos tiempos de transformación. Para la consultora global Deloitte, de aquí a 2030 los bancos vivirán una evolución nunca vista; necesitarán incorporar con mucha agilidad tecnología emergente y ser flexibles para adaptarse a los nuevos retos de negocio colocando al consumidor en el centro de cada estrategia.
El acelerado desarrollo del sector financiero y particularmente de la banca, exigirán estrategias innovadoras de incorporación y aprovechamiento de los recursos digitales más allá de las plataformas omnicanal de atención a clientes, que han venido a revolucionar el panorama de la banca comercial, del uso de facilidades como la realidad aumentada e incluso de las aplicaciones de inteligencia artificial. Para ello se apoyarán en expertos no solo en el desarrollo de equipo y software, o de plataformas, aplicaciones e integración, sino en auténticos estrategas con capacidad de entender cada negocio y dimensionarlo en prospectiva con posibilidades todavía insospechadas de aportación de valor a sus clientes.