La emergencia sanitaria del COVID de hace unos años logró algo que difícilmente se había pensado antes del 2020: sacar a los trabajadores de las oficinas. Las medidas sanitarias obligaron a que las empresas cerraran y optaran por el trabajo remoto, medida que aceptaron los colaboradores, que encontraron la posibilidad de trabajar en un espacio más cómodo como el hogar.