En el mundo interconectado de hoy, los ciberataques se han convertido en una amenaza constante y omnipresente. Estos ataques pueden tener diversas consecuencias para las empresas, desde el robo de datos personales hasta la interrupción de servicios críticos, con grandes pérdidas económicas. Según un informe de Accenture, el costo promedio de un ciberataque para una empresa puede superar los 13 millones de dólares. En eventos masivos como los Juegos Olímpicos, donde la atención mundial se concentra en un solo lugar, los ciberataques no solo representan un riesgo económico, sino también una amenaza a la seguridad nacional y la reputación de las organizaciones involucradas.