“Nadie lo expresa de esta manera, pero creo que la inteligencia artificial es casi una disciplina de humanidades. Es realmente un intento de comprender la inteligencia y el conocimiento humano”.
Sebastian Thrun, investigador de inteligencia artificial, profesor en la Universidad de Stanford y fundador de Udacity
ESTA ENTRADA DE BLOG NO ESTÁ ESCRITA POR UN ROBOT (TODAVÍA)
Hace unos días OpenAI, un laboratorio de investigación en inteligencia artificial (IA) ubicado en San Francisco, lanzó al mercado un software denominado GP-3 que es, con mucho, el modelo de lenguaje más poderoso que se haya creado hasta hoy. Un modelo de lenguaje es un desarrollo de inteligencia artificial alimentado con una enorme cantidad de texto y dotado de capacidades para aprender relaciones probabilísticas entre palabras de manera que pueda leer y escribir. GP-3 puede hacerlo, y aparentemente nada mal (“And not badly, either”, en palabras de un columnista del New York Times).
GPT-3 puede generar escritos totalmente originales, coherentes y a veces basados en hechos. No solo se trata de artículos o ensayos, sino que también crea poesía, entrevistas, memes, correos electrónicos en el estilo personal de cada quien y muchas otras cosas. No sabemos si abarca recetas de cocina o cartas de amor, por ejemplo, pero no nos sorprenderemos si de pronto un restaurante ofrece platillos raros y deliciosos creados ex profeso para cada comensal, o si vemos a personas enamoradas hasta los huesos después de recibir tres o cuatro cartas redactadas específicamente para tocar sus corazones.
En asuntos de mayor calado, cabe recordar que el procesamiento del lenguaje natural, que permite a la inteligencia artificial entender y producir textos, fue un fundamento básico en el desarrollo del algoritmo creado por la start up canadiense BlueDot, que pronosticó el desarrollo de la pandemia de covid-19 con base en las primeras informaciones surgidas de Wuhan.
En un futuro nada lejano, textos como este que estás leyendo bien podrían ser redactados por robots, con un nivel de calidad indistinguible del de los buenos escritores y un uso impecable del idioma.
Las aplicaciones de la IA que puede entender a los humanos y responder adecuadamente parecen infinitas; al menos, rebasan la imaginación incluso de los expertos. Learning machines con estos alcances pueden crear mejores asistentes digitales, personajes de videojuegos más realistas, reporteros y columnistas para los diarios o profesores virtuales personalizados para el estilo de aprendizaje de cada estudiante, entre muchas otras cosas.
Por ejemplo, en la Universidad de Manchester se encuentra en desarrollo un sistema basado en IA capaz de recomendar el café perfecto para cada persona, con 92% de precisión, algo que seguramente a muchos de los lectores de este blog les encantaría, sobre todo en las mañanas al iniciar la jornada laboral.
Más aún: los robots diseñados para acompañar a personas de edad avanzada evidencian la posibilidad de suplir afecto con alternativas basadas en la tecnología.
El panorama es estimulante a la vez que inquietante.
¿QUE ES LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
IA es cualquier sistema basado en computadoras que observa, analiza y aprende, de acuerdo con un artículo publicado en MIT Sloan Management Review. Según la misma fuente, la clave radica en el hecho de que estos sistemas son iterativos: se vuelven mejores y más precisos a medida que recopilan y analizan más datos, sin intervención directa de humanos. Se trata de máquinas que aprenden, por sencillo que sea el aprendizaje.
La IA es identificable bajo tres parámetros que permiten distinguirla de otros sistemas avanzados de tecnología de la información:
Para Insider Intelligence* la IA es un mecanismo que, por medio de computadoras, realiza análisis contextuales de datos para entregar información solicitada, realizar otros análisis o detonar eventos con base en sus hallazgos. “En pocas palabras, la IA es conocida por su capacidad para que las máquinas realicen tareas asociadas con la mente humana, como la resolución de problemas o la formulación de recomendaciones.”
La inteligencia artificial es tan poderosa que personajes de la talla de Elon Musk, CEO de SpaceX, Bill Gates y el célebre físico de la Universidad de Cambridge Stephen Hawking han expresado señales de alerta. Este último llegó a decir, en 2014, que "el desarrollo de la inteligencia artificial completa podría significar el fin de la raza humana". La realidad, según un artículo de Scientific American, es que los escenarios apocalípticos de momento carecen de suficiente sustento en tanto que las ventajas de la IA son cada vez más evidentes.
Pero también es cierto, como dijo hace poco la española Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y la mayor experta en Big Data de ese país, “la IA nos permite volvernos a hacer preguntas como cuáles son los valores que marcan nuestra sociedad, cuáles son los límites de la libertad de expresión o cuáles son los derechos que queremos preservar.”
LA IA CON VISTA DE DRON
El panorama de la inteligencia artificial es de hecho inabarcable, y esto apenas empieza. Cada vez tiene menos sentido tratar de verlo como un todo, no solo por lo acelerado de su crecimiento sino por las enormes ramificaciones de sus aplicaciones. Tendremos que habituarnos a revisar el tema de forma segmentada, por industrias, tecnologías específicas, niveles de inversión, impactos económicos o cualquier otra categoría. De momento, cerraremos esta nota con una vista, necesariamente fragmentaria, a ojo de dron (ya no de pájaro) de algunos casos de uso ilustrativos de la diversidad de aplicaciones posibles de la IA y ciertos datos que ayudan a darnos cuenta de la trascendencia del tema.
Para 2021, el 80% de las tecnologías emergentes tendrán bases de inteligencia artificial. (Gartner)
En la industria japonesa del sushi, los compradores de atún viajan regularmente a puertos extranjeros para seleccionar el mejor producto que luego se importa a los mercados y restaurantes nipones. Como el coronavirus ha limitado sus posibilidades de desplazamiento, echaron mano de la tecnología para desarrollar una aplicación que con solo la fotografía de la cola del animal puede determinar su calidad y sabor. Bautizada como Tuna Scope, la aplicación anuncia la entrada de la inteligencia artificial en el planeta de la alta gastronomía, así como en otros campos que recurren al ojo experto de profesionales para evaluar productos naturales.
Se pronostica que el gasto mundial en sistemas de inteligencia artificial alcanzará los $35.8 mil millones en 2019, un aumento del 44% sobre la cantidad gastada en 2018. (IDC)
Los algoritmos de recomendaciones basados en inteligencia artificial (por ejemplo, "Los clientes que compraron este artículo también compraron" de Amazon y la programación recomendada de Netflix) es algo a lo que los consumidores se están acostumbrando cada vez más. Y también es bueno para los negocios. El sistema de recomendación de IA que usa Netflix, por ejemplo, le ahorra a la compañía alrededor de $1000 millones de dólares cada año. Además, el 75% de lo que ven los usuarios en Netflix proviene de esas recomendaciones. (Netflix)
El 41% de los consumidores cree que la inteligencia artificial mejorará sus vidas de alguna manera. (techjury)
En el mundo de la moda,la empresa Stitch Fix (Personal Styling for Everybody) de Silicon Valley ha llevado un paso adelante la oferta de exclusividad al vender prendas de vestir por suscripción empleando un algoritmo de IA que toma nota de nuestros gustos para recomendarnos qué llevar, como si fuese un estilista o personal shopper de lujo. Al mismo tiempo, el Grupo Kering, propietario de marcas como Gucci, Balenciaga, Saint Laurent o Bottega Veneta, considera que la IA es la herramienta idónea para personalizar las relaciones con sus clientes más allá del producto, y su estrategia de inversión apuesta ya por esta tecnología.
En la actualidad Marketing y Ventas priorizan la inteligencia artificial y el machine learning más que cualquier otra área de las empresas (40%). (Forbes)
Para ayudar a contener la pandemia, la empresa de base tecnológica Evosocial Soft, ubicada en Tenerife, España, ha diseñado un sistema de inteligencia artificial que permite detectar la temperatura en tiempo real a un grupo de personas a más de 10 metros de distancia y sin necesidad de que se detengan, así como a quienes no lleven mascarilla. Esta tecnología avisará a través del teléfono móvil si a un determinado establecimiento accede una persona con temperatura por encima de lo establecido, lo que podría ayudar a controlar la expansión de la pandemia.
El 44% de los ejecutivos cree que el beneficio más importante de la inteligencia artificial es proporcionar datos que se pueden utilizar para tomar decisiones. (Chatbots Magazine)
Becton, Dickinson and Co. (BD), un proveedor mundial de tecnología médica, también está integrando soluciones de IA en sus flujos de trabajo. La aplicación BD Health Sight Diversion Management Analytics de la empresa se diseñó para ayudar a los hospitales y los sistemas de salud a mejorar sus procesos de gestión de medicamentos en tiempos en los que la adicción a sustancias recetadas en los EE.UU. ha alcanzado proporciones epidémicas. AI monitorear la medicación en los hospitales, la aplicación permite identificar conductas anómalas y de riesgo asociadas con posibles desvíos de medicamentos. Utilizando algoritmos basados en machine learning y analizando múltiples actividades de distribución -como anulaciones y cancelaciones de transacciones- la aplicación reconoce comportamientos que sugieren un mayor riesgo de desvío. (MITSloan Management Review)
Se prevé que el reconocimiento facial, también impulsado por IA, aumente su tasa de crecimiento anual de ingresos en más del 20% en 2020. El crecimiento esperado se debe a la mejora en la precisión en la tecnología de reconocimiento facial. (VisionGain)
Más sobre inteligencia artificial en este blog:
* AI 101. How learning computers are becoming smarter. EBook de 2020, Insider Inc. 2020.