Es probable que en esta segunda década del S. XXI no haya un ámbito de la vida en que la trasformación digital sea tan urgente y trascendente como en el de los servicios de salud. Está en marcha, todo cambia vertiginosamente, haciéndonos testigos de una verdadera revolución. Y esto apenas comienza.

A fin de dar contexto, es necesario mencionar que el crecimiento proyectado del mercado global de TI para el cuidado de la salud alcanzará en 2024 la llamativa suma de $391 mil millones de dólares (USD), según la firma de investigación MarketsAndMarkets. Este cálculo se hizo poco antes de las crisis sanitaria y económica que distinguirán al 2020 en la historia del mundo, por lo que seguramente se ajustará, aunque el sector de la salud ha demostrado en todo el mundo su importancia vital y la necesidad impostergable de fortalecerse.

Desde la perspectiva de las soluciones orientadas al cliente, el mercado de TI para instituciones de salud se ha segmentado en:

• Gestión de quejas y reclamaciones

• CRM
• Analítica para prevención de fraudes
• Gestión de la red de proveedores
• Auditoría y análisis de farmacia
• Gestión de la membrecía
• Soluciones para la gestión de la salud de la población
• Soluciones para la gestión de pagos

Hasta aquí, estamos más en el terreno del management que en el de la medicina; no obstante, una mejor administración acaba incidiendo positivamente en la calidad de la atención a los pacientes. 

En el ámbito de la salud, el hambre de innovación es de hecho insaciable. Hoy vemos una gama de productos que van desde el monitoreo constante de las condiciones de un paciente hasta algoritmos para diagnóstico, que ofrecen mejorar los resultados y aumentar la eficiencia de los costos aplicando inteligencia artificial (AI).

Entre otras promesas de la tecnología destaca la posibilidad de liberar a los médicos de la carga de documentación con la que tienen que lidiar cotidianamente, el paperwork, dándoles tiempo para trabajar directamente con los pacientes, que a fin de cuentas es lo suyo.

UN EJEMPLO EN EL TERRENO DEL DIAGNÓSTICO

En un interesante y muy recomendable artículo de Harvard Business Review se describe lo que sería un ambiente de inteligencia clínica respaldado por tecnología de última generación. Pensemos en una típica sala de diagnóstico con una pantalla en la pared que muestra la información necesaria y un conjunto de micrófonos invisible para el paciente que registra todo lo que se dice; no hace falta una computadora en la sala porque el procesamiento de los datos ocurre en otro lugar, con sistemas back-end y recursos de la nube.

La integración para crear este ambiente abarca desde tecnología de speech recognition hasta voice biometrics que autentifican a los presentes, pasando por AI conversacional, machine learning, speech synthesis, comprensión del lenguaje natural y cómputo en la nube, todo para apoyar el diagnóstico y aportar inteligencia clínica. Esto último incluye destacar factores que podrían haber sido pasados ​​por alto, con base ​​en el historial y los síntomas del paciente, así como las posibles interacciones farmacológicas y la identificación de medicamentos alternativos.

Todo ocurre en tiempo real: revisión del historial y de resultados de pruebas, prescripción de medicamentos, solicitud de pruebas y programación de citas de seguimiento. Al final, además, el sistema elabora un resumen para el paciente, actualiza registros, genera datos de facturación, etc. Los datos se almacenan cuidadosamente con autorización del paciente y solo se utilizan en forma anónima con propósitos clínicos claramente definidos.

https://hbr.org/2019/11/how-ai-in-the-exam-room-could-reduce-physician-burnout

Cabe mencionar en este punto que, de acuerdo con un estudio de Johns Hopkins de hace cuatro años, 250 mil personas pierden la vida anualmente en Estados Unidos por errores médicos en sus tratamientos. Es la tercera causa de muerte en ese país. Otros estudios han señalado que entre 20% y 30% de los diagnósticos médicos iniciales están equivocados. Es claro que los apoyos digitales al diagnóstico y la toma de decisiones son de importancia vital.

https://www.bmj.com/content/353/bmj.i2139

EL IMPULSO DEL COVID-19 PARA LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL

El ejemplo anterior se refiere a una situación normal de diagnóstico. La pandemia vino a trastocar todo, particularmente la práctica de la medicina. Ante el crecimiento exponencial de la demanda de servicios, que rápidamente superó a la oferta, la incorporación del triage a procesos de diagnóstico y en general la saturación de los sistemas de salud, la IA resultó ser una herramienta valiosísima de atención y autodiagnóstico para personas en situaciones muy difíciles. Instituciones como Providence St. Joseph Health, que desarrolló con Microsoft una herramienta en línea de valoración y triage para distinguir entre personas que pudieran estar seriamente enfermas y quienes no se encontraban en situación grave, son casos dignos de mención. En la primera semana, atendió a más de 40 mil pacientes. Un ejemplo más desarrollado de autovaloración para sospechosos de haber contraído la enfermedad es la de Partners Healthcare que se encuentra en https://covid.partners.org/. Está en español y es para el público en general.

Esta es una faceta en el uso de la IA, con sistemas interactivos de respuesta de voz, chatbots y otros recursos, pero no la única. Para enfrentar la pandemia también se está explorando el uso de robots inteligentes para llevar a cabo tareas como la obtención de signos vitales o el reparto de comida y medicamentos sin tener que exponer al contagio a personal hospitalario.

Otras aplicaciones de la IA incluyen sistemas sensores para detectar a través de cámaras a personas enfermas, haciendo escaneos de temperatura facial y detectando otros síntomas como sudoración y coloración de la piel, con el propósito de impedir que entren en contacto con otras en determinados sitios y se vuelvan fuentes de contagio. El gobierno de Corea del Sur lanzó una app para que los usuarios reporten síntomas y alertarlos si salen de zonas de cuarentena a fin de evitar el impacto de los super-spreaders que pueden contagiar a muchas personas.

En general hay acuerdo en que con todo y sus inmensas posibilidades, la IA para el cuidado de la salud debe ser esencialmente un complemento para la experiencia clínica de los profesionales de la salud a la hora de tomar decisiones. El razonamiento de los médicos y su capacidad de decisión no pueden ser fácilmente reemplazados por IA. 

Por otra parte, entre los aprendizajes que nos deja la pandemia está la necesidad de usar cuanto antes las tecnologías emergentes a fin de agilizar la innovación necesaria para reaccionar rápidamente ante una catástrofe de esta naturaleza y dimensiones. Por ejemplo, las plataformas digitales permiten a actores clave como investigadores, expertos, usuarios, patrocinadores y representantes de organizaciones públicas y privadas compartir información para generar conocimiento colectivamente. Así, pueden coordinarse de manera efectiva para compartir protocolos, hallazgos y conocimientos basados en la investigación.

Otro ejemplo: machine learning combinado con big data puede identificar velozmente las relaciones entre necesidades y soluciones, reduciendo e tiempo requerido para dar atención a los enfermos.

https://sloanreview.mit.edu/article/lessons-in-rapid-innovation-from-the-covid-19-pandemic/

EL SENTIDO DEL CAMBIO

El inventario de posibilidades y aplicaciones de la TI al cuidado de la salud y atención a los pacientes es interminable, y sigue en construcción porque es un mundo que cambia día a día. Algunos ejemplos adicionales de recursos digitales que mejorarán la calidad de la atención médica son los siguientes:

• Las redes neurales (neural networks) podrán profundizar en los historiales médicos para ayudar en el diseño de tratamientos individualizados, acelerar el desarrollo de medicamentos y aportar en la mitigación de condicionantes sociales de mala salud, como vivienda, educación, nutrición, violencia, etcétera.
• La realidad virtual y la tecnología de juegos serán clave en el desarrollo de habilidades y mejorarán el involucramiento de los pacientes en el cuidado de la salud.
• Sensores portátiles integrarán un sistema de salud interconectado y ofrecerán opciones de manejo de enfermedades crónicas.
• Usando IA y tecnologías de soporte a la toma de decisiones, el “internet de las cosas médicas”, que conectará con los profesionales de la salud dotados de equipos de monitoreo médico, puede convertir los hogares de los enfermos en una primera línea de atención a la salud, donde se hagan llegar de manera segura quimioterapia, diálisis, antibióticos y otros tratamientos.

https://hbr.org/2018/03/decades-ago-pilots-learned-to-fly-by-instruments-doctors-need-to-do-the-same

De hecho, pronto veremos en nuestros hospitales cuneros inteligentes y herramientas como tracking de las cosas -que ayuda, por ejemplo, a localizar camillas, sillas de ruedas, etc.-, gestión de medicamentos controlados, monitoreo de muestras de sangre, acceso ordenado de los doctores a los archivos médicos, gestión de datos biométricos, wayfinding para desplazarnos por los laberintos que suelen ser estas instituciones con ayuda de geolocalizador y muchos otros recursos que cambiarán irreversiblemente la forma como se concibe el ejercicio de la medicina y mejorarán de forma notable la calidad de vida de los enfermos.

Para una persona con problemas de salud pocas cosas son tan apreciables como la mirada empática de su médico. Uno de los resultados quizá menos notorios pero más importantes de la transformación digital del sector de la salud serán las miradas empáticas y que contagien confianza de los doctores cuyas decisiones se apoyen en un soporte tan robusto.

Como un apunte adicional conviene tener presente que los equipos HP ubicados en hospitales, que posibilitan todo lo mencionado hasta aquí, son sanitizables. Esto significa que fueron creados específicamente para los entornos hospitalarios y entre otras diferencias con los equipos de uso generalizado son capaces resistir la acción de abrasivos y sustancias que se utilizan en su constante e indispensable limpieza y desinfección.