En años recientes, el concepto de sostenibilidad empresarial ha alcanzado una resonancia importante en diferentes sectores, impulsado por dos agendas primordiales:
- La necesidad de ralentizar y revertir cuanto antes el efecto que el ser humano ocasiona sobre el medio ambiente, disminuyendo el daño que puede causar a partir de la emisión de contaminantes y de la huella que deja en la naturaleza para garantizar su subsistencia (desde la agricultura hasta la vivienda).
- El uso indiscriminado de recursos que no son ilimitados para llevar a cabo diferentes actividades económicas.
Así, la sostenibilidad empresarial se puede definir como algo que va más allá de la gestión inteligente de recursos, pues implica un valor social y medioambiental por medio de soluciones de trabajo, tecnológicas y de procesos, para lograr un beneficio en la comunidad de la que también se beneficia dicha unidad de negocio.
No es casual que, así como ha crecido la tendencia sostenible empresarial, también han surgido organismos, instituciones e incluso nuevos reglamentos encargados de evaluar el progreso de este factor en las empresas.
Uno de los más conocidos es el Global 100, un ranking internacional que califica el avance de la sostenibilidad en diferentes empresas.
Las compañías de energía originarias de Finlandia, Orsted A/S y Neste Oyj, han alcanzado calificaciones por arriba del 83% en la utilización de soluciones sostenibles, encabezando el conteo de este año.
Dentro de este ranking internacional, la empresa mejor calificada en el rubro de hardware y equipo de cómputo es HP, con un 78.3%.
DRAGONFLY, LA ULTRABOOK SOSTENIBLE MÁS POTENTE DEL MUNDO
Apostar por la sostenibilidad proyecta a las empresas a una nueva era en la que las unidades de negocio están mucho más conectadas con el entorno en el que se desempeñan y con los propios usuarios.
Mientras Orsted ha transformado su negocio hacia la generación de energía proveniente de fuentes renovables –eliminando, por ejemplo, el uso del carbón–, otras empresas abordan la sostenibilidad desde diferentes trincheras.
Dragonfly es un ejemplo de lo anterior. Se trata del producto emblema de la sostenibilidad que se ha asumido como piedra angular en prácticamente todas las etapas de producción en HP.
Dragonfly no es solo una de las ultrabooks más potentes y recomendadas para el trabajo de oficina, sino que su composición es una réplica ante las necesidades contemporáneas y la concienciación de la sostenibilidad.
Más del 50% de los componentes plásticos del ordenador Dragonfly proviene de material reciclado, incluyendo plásticos que se reconvirtieron tras haber sido basura de los océanos –estas piezas se pueden encontrar en los biseles y la caja de altavoz de la computadora–.
Para HP, este lanzamiento no representa un producto inédito, sino pionero. La intención es ampliar las posibilidades todavía no exploradas del reciclaje: durante el CES 2020, la compañía sostuvo que las versiones Elite y Pro de otros modelos también incorporarán este tipo de materiales, tras anunciar que las piezas mecánicas y las partes de magnesio de la carcasa del Dragonfly también se fabrican a partir de un buen porcentaje de materiales reciclados.
Ya sea a través del reciclaje, del uso de energías renovables, de la gestión inteligente de recursos o de otras soluciones, la sostenibilidad empresarial marca uno de los desafíos más importantes para las organizaciones: la de acompañar al usuario final no solo con sus productos, sino también con la responsabilidad de impulsar un mejor entorno para ellos y sus familias.